Casco Histórico

La calle Isilla es el epicentro de la ciudad de Aranda de Duero, calle peatonal y comercial donde se sitúan diversos establecimientos entre los que se hallan los famosos asadores de la comarca. Un poco más adelante se llega a la plaza del Trigo que posee diversos edificios emblemáticos entre los que se encuentran por ejemplo, la “Casa de los Fantasmas” o la casa donde nació Don Diego Arias de Miranda con una fachada de fina resolución. Pero aunque no sea monumental por su tamaño, la casa de de la que más se ha escrito es una que preside la plaza y que destaca por su balconada de madera. Es un claro ejemplo de la arquitectura popular castellana, y como tal se encuentra reproducida en el Museo del Pueblo Español de Barcelona.

La plaza Mayor y el plano de 1503.  Ha sido, desde finales del Medievo, el centro de convivencia arandino. De ahí que sea elocuente testimonio de la historia de la villa. Como toda plaza mayor cumple tres funciones básicas, comercial, institucional y recreativa, que han ido adaptándose a los tiempos. En ella también encontramos la reproducción del plano de la villa que data de 1503 y que es el primer mapa urbano en perspectiva de España.

Palacio de los Bedugo y Rollo Jurisdiccional.  En la actualidad, pueden verse ambos en la coqueta plaza del Rollo. En su origen el rollo estuvo situado en la plaza Mayor y así quedó recogido en el plano de 1503. De características góticas, es un elemento de notable valor simbólico al representar los poderes jurisdiccionales de la villa. 

En la plaza del Rollo nos llamará la atención el Palacio de los Berdugo, del siglo XVI, característico ejemplo de la arquitectura civil del renacimiento castellano. Destacan en él, su fachada de piedra de sillería en la que figuran los escudos de las familias poseedoras del mismo. Su interior posee un armonioso patio con columnas de madera.